Me sentaba a su lado cuando tenía algún juguete y se aislaba, tratando de lograr que interactuara conmigo. Si yo le arrebataba el juguete (como suelen hacer los niños/as, comenzaba la pataleta. Así que poco a poco intentaba que me diera su juguete y luego se lo devolvía. Me mantuve firme y logré que me dijera "dame" en lugar de la perreta.
Algunas personas con TEA suelen presentar problemas de procesamiento sensorial. Todo esto le ocasiona: Molestia por las telas de la ropa y etiquetas. Mi hijo solo utiliza ropa 100% algodón y suelo cortar las etiquetas que le ocasionan molestia. No soportaba tocar ciertas texturas. Ir a la playa era un verdadero reto. En cuanto veía la arena, enseguida se abalanzaba hacia mi. Debía cogerlo en brazos y se quedaba en la tumbona sin ser capaz de caminar sobre la arena.
Vista: Mi hijo me miraba a mi, pero no a otras personas. Así que me dediqué a conectarme con el. Siempre le cogía su carita, se la giraba hacia mi y le decía: Mírame a los ojos. Con mirar sus ojos siempre sé cómo le ha ido en su cole.
Tacto: Tiene mucha tolerancia al dolor. Pero cuando el golpe produce algún asomo de sangre (por muy poca que sea), reaccionaba con gritos y llanto. No le gusta el agua fría. El traje de neopreno le ayuda a tolerarla.
Oído: No tolera el volumen y frecuencia de los sonidos. Escucha todos los ruidos; tiende a taparse sus oídos cuando el sonido es fuerte. Así que cuando íbamos al cine o al teatro, nos sentábamos en la parte de atrás, alejados de los altavoces. Poco a poco se fue adaptando y actualmente tolera ir al cine y teatro sin que le ocasione agobio.
Olfato y Gusto: No tolera ciertos olores y sabores, por lo que rechaza comer determinados alimentos. Acepta probar nuevos alimentos dependiendo del color y olor. Ya he logrado que pruebe a diario diferentes frutas y verduras. Sin embargo, son pequeñas cantidades.Incluso hasta ahora, relaciona a las personas con algún olor. Mucha actividadSe movía constantemente y realizaba a menudo cambios posturales. Durante estos años hemos trabajado con mi peque usando un balón de pilates que lo ayuda a mantenerse sentado dando pequeños saltos. Además, incorporamos a su silla una goma de pilates, para mantenerse sentado. Hoy es capaz de hacerlo sin la goma y se mantiene sentado durante largos períodos.No tolera estar en ambientes con mucha gente. Ir a las procesiones, cabalgatas, etc. le produce angustia así que cuando asistimos, lo hacemos colocándonos donde hay poca gente. En algunos casos, existe alteración del sueño. No es el caso de mi peque. Obligarlo a hacer algo que él no quisiese, terminaba con una crisis. A través del juego lograba que obedeciera las órdenes. Actualmente acepta las órdenes y en ocasiones sólo protesta.Logré que mi campeón fuese compartiendo con otros niños y a su vez que los niños entendieran la forma de comunicarse de mi peque.LogrosEstoy alerta en todo momento a las señales que él me da, para saber qué estímulo en su entorno puede agobiarlo y así entenderlo y ayudarlo. A mi me ha funcionado descubrir el estímulo que ocasiona una respuesta disruptiva. En cuanto entiende el estímulo, la conducta disruptiva desaparece. Cuando tiene una crisis, de inmediato lo abrazo para que se sienta seguro, comienzo a mecerlo y trato de sacarlo del ambiente donde está. Así logro calmarlo rápidamente para luego reconducir la conducta a una respuesta positiva.Los pictogramas fueron mi principal apoyo. Actualmente en casa ya no los necesita como antes, pero los uso cuando él no entiende algo o cuando necesito modificar alguna conducta. Es muy estructurado. Desde que se despierta, le explico lo que haremos durante todo el día. Hay que indicarle con antelación los cambios de rutina porque de lo contrario se agobia. Salir de casa fue todo un reto. Poco a poco ha controlado su llanto y ahora sólo en ocasiones protesta y ya tiene asumidas las salidas. El trabajo con mi peque no lo puedo hacer sola. Con él ha trabajado un equipo multidisciplinar y siempre hemos procurado estar sincronizados. No siempre se logra, por lo que a veces hay que plantearse la posibilidad de cambiar de equipos profesionales. Yo me atreví a hacerlo y obtuve resultados positivos en apenas 3 meses. Busqué apoyo en una asociación. Visité varias y escogí una que dedicó tiempo a apoyarme con mi peque. Allí entendí que yo no estaba sola. Compartí con familias que estaban en mi situación y por primera vez no me sentí rechazada, criticada o señalada.
